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Arquitectos: Kresings Architektur
- Área: 123 m²
- Año: 2017
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Fotografías:Roman Mensing
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Pollença es una ciudad del norte de Mallorca que es conocida por su animado mercado dominical. Otras atracciones bien conocidas incluyen la Escalera del Calvario, una antigua escalera que conduce a la cima del Monte Calvario; y el puente romano, también conocido como el Pont Romà.
A poca distancia y paralela a la plaza principal de Pollença, se encuentra la pequeña calle Carrer del Sol. Esta calle medieval es representativa del enfoque cultivado de Pollença hacia la arquitectura y la artesanía, donde se sitúa la Casa N° 3.
La Casa N° 3 encarna todas las cualidades arquitectónicas únicas de la región. Al entrar al edificio, uno nota la confortable temperatura. Esto se debe a que la planta baja tiene paredes de ladrillo de 90 centímetros de espesor y regulan la temperatura interior durante todo el año. Además, distintivamente de la región, las placas del piso están soportadas por vigas de madera de olivo, que otorgan a los espacios su calidad única. Durante los años 60, la estructura se extendió en una sola planta y, por lo tanto, debido a sus vecinos de menor altura, la Casa N° 3 recibió repentinamente una rara vista panorámica de la ciudad.
La casa tiene un total de 125 metros cuadrados distribuidos en 4 niveles. Hay tres baños en suite, un pequeño hall de entrada en la planta baja y una cocina reubicada con acceso directo a la terraza de la azotea. No hay ascensores en la casa, pero los escalones que suben a la terraza se ven recompensados con una vista panorámica impresionante de la ciudad.
La fachada orientada al sur fue cuidadosamente adaptada para aportar más luz natural a las funciones vitales de la casa. Además, para acomodar el acceso desde la cocina a la terraza de la azotea, se creó una pequeña sala. Esta sala no solo alberga la escalera a la terraza, sino que también actúa como el comedor principal. Este espacio de techo más alto establece el vínculo entre las actividades interiores y exteriores al tiempo que aporta luz natural a la sala de estar y al comedor.
Los tonos beige existentes y las persianas verdes de los edificios en Carrer del Sol dieron paso al blanco tanto para interiores como para fachadas. Solo dos elementos en la casa tienen color, la puerta de entrada principal y la escalera entre la cocina y la terraza. Ambos marcan la transición entre el interior y el exterior con un amarillo brillante y acogedor.
La Casa N° 3 tiene una procesión de espacios pequeños y estrechos a espacios abiertos más grandes. Finalmente, esta procesión culmina con la revelación de la sorprendente vista panorámica de Pollença; un pueblo que hemos llegado a amar y un lugar que hemos aprendido a llamar hogar.